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¿POR QUE PREOCUPARSE POR LAS AVALANCHAS?


¿Por qué preocuparse por las avalanchas?

Las avalanchas de nieve son procesos naturales y ocurren quizás 1.000.000 veces por año, a nivel mundial. La mayor parte de las veces no son un problema, porque una avalancha, en si misma, no es un riesgo. Tiene que involucrarse una persona (o el material de una persona) para originar un problema de riesgo.

No es por fatalidad, que las avalanchas caen desde lo alto. En mas del 90% de los casos de personas atrapadas en avalanchas, los deslizamientos fueron activados por seres humanos.

Si construimos a partir de esto, estamos frente a un dato positivo: Si el problema es nuestra conducta generando el riesgo, entonces nosotros podemos cambiar nuestra conducta para evitar problemas. Es otra ventaja.

La avalancha es uno de los más grandes peligros de la montaña nevada.

Ella es: difícil de prever y particularmente destructiva.

Únicamente la experiencia entrenada en la montaña y con la nieve, el conocimiento práctico de la meteorología, del terreno, y de las condiciones del manto de nieve permiten a los guías de montaña, esquiadores, montañeses, “olfatear” el peligro y minimizar los riesgos.
Cada invierno y primavera se producen muchas avalanchas en las regiones montañosas y son una de las principales preocupaciones a la hora de elegir la ruta en la nieve. Aunque son una concreta causa de accidentes, el conocimiento de sus características por parte del esquiador, montañés, o Guía de montaña, puede ayudar a evitar sus consecuencias.
Por eso es importante no solo informarse, sino también formarse, capacitarse, y actualizarse, tomando la previsión, como principal método y herramienta en la disminución del accidente por avalancha.
O sea, entender la prevención como hábito para salvar más vidas que la asistencia y el rescate.

Repetimos: la manera más fácil de rescatarse es no entrar en el problema, tratando de ser selectivos. La mayoría de los accidentes no es el resultado de la mala suerte o el “karma”, que nos sorprenden sorpresivamente, sino el resultado de una serie de eventos relacionados. Los factores son muchos. 
El truco es: reconocer cuando estos eventos están empezando a encadenarse en nuestra contra. Para esto, se debe aprender a observar los pequeños factores que son los ingredientes de problemas mas significantes.

La nieve, durante el trayecto de una salida a la montaña, puede limitar la operatividad en forma importante, con respecto a: las marchas, a los vivacs y campamentos, al uso del material y a la vida misma.
Constituye (junto con las caídas de piedra), una de las principales causas objetivas de riesgo.
Aumenta en proporciones considerables las dificultades, en muchos aspectos de la vida en la montaña.

Los accidentes provocados por la nieve generalmente tienen como causas objetivas y subjetivas (acumuladas o “encadenadas”):

la falta de atención (desatención)
- el hundimiento y la caída de puentes de nieve, cornisas, o serac
el perderse y la inmovilidad en la tormenta de nieve
- el extravío o rotura de equipo y material
- resbalones y caidas
- avalanchas

- El accidente por avalancha se desencadena por: errores en la estimación, o por falta de conocimiento.
-  Típicamente produce: lesiones, pérdidas, y daños irreversibles.
- El accidente no ocurre solo por fatalidad, en el se juegan: razones particulares, intereses, presión, deseos, obligaciones, prejuicios, etc.

En el accidente existe una relación mutua de cuatro variables críticas: terreno, meteorología, estado del manto níveo, y, fundamentalmente el factor humano.

Estas variables determinan si existe un riesgo potencial (especialmente en épocas de avalancha) 
Aunque estas importantes variables cambian constantemente, estas transformaciones, a menudo son perceptibles.
No solo pueden observarse en la información indirecta que podemos deducir de la meteorología, y de su evolución y efectos, también pueden medirse, probarse, evaluarse directamente, en el manto de nieve, observando el terreno, antes de tomar decisiones (que estaran condicionadas por todo esto).
Siempre habrá un responsable para la evaluación del riesgo, la selección de ruta, y la decisión que se tome al respecto.

Las causas primarias del accidente por avalancha, son la actitud y la ignorancia.
La actitud “filtra” los datos y los acomoda a las necesidades, los deseos, los intereses, las presiones, etc.
La falta de conocimiento dificulta encontrar las respuestas y/o soluciones, porque no da lugar al proceso de identificación de los riesgos, análisis y posterior minimización de los mismos, a veces la ignorancia ni siquiera da lugar a los interrogantes o las dudas.

Puede ser complejo predecir las condiciones de avalancha. Pero los datos y la información resumidos en este blog, ayudaran a desarrollar juicios sobre la presencia y el grado de riesgo de avalancha y a desarrollar hábitos menos riesgosos en la búsqueda de la ruta.

La pregunta que nos hacemos a menudo es “¿Cómo puedo hacer para anticiparme?”

La idea de este blog es ir entregando en progresivas entradas, una selección de puntos de vista y diferentes métodos que interrelacionan varios de estos factores.

En todos los modelos de análisis que se presentaran, se colocara el factor humano como factor critico en el centro de la interacción natural que existe entre la nieve, la meteorología, y el terreno.
Son propuestas de base técnica o modelo predictivos ya ensayados y estandarizados posible de adaptar a otras lecturas y análisis

Por supuesto que podes dejar tus comentarios al respecto, y esta abierto el debate, siempre que genere construcción y propuesta evolutiva respecto a los temas tratados.    

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