Prevención y Gestión del
riesgo en avalanchas
En las próximas entradas de este blog y con la idea de desarrollar el mismo siendo temático, tratare de entregar progresivamente, ideas, métodos, y modelos preventivos, que pueden ayudar en la prevención y gestión del riesgo de avalanchas.
Para mayor información se pueden consultar los enlaces en la columna derecha de este blog. Dichos enlaces han servido de inspiración en el desarrollo de esta especie de manual online que iré entregando de a "capítulos".
Esta información no sirve si no se acompaña con entrenamiento e instrucción. La idea de la misma es facilitar material de estudio, para que una vez asimilados los datos (estudiados), pueda aplicarse de manera practica en los entrenamientos posteriores, que, contando con tu participación se realizarían en el próximo invierno.
Información técnica en: nieveyavalanchas.blogspot.com
Información técnica en: nieveyavalanchas.blogspot.com
De todos modos, divulgar esta información es simplemente una forma de potenciar una ventaja que tenemos a favor, y el objetivo final es la disminución de accidentes por avalancha.
Hoy por hoy, la
digitalización, internet, la posibilidad de acceso a la información sobre la nieve y las
avalanchas, nos da la posibilidad de anticiparnos, formarnos y capacitarnos
en este tema, “vital” para transitar en la montaña
invernal.
Después en las salidas a la montaña, gracias
a la capacidad “entrenada” y no solo “informada”, podemos poner en práctica
modelos preventivos, y minimizar el riesgo de accidente por avalancha, aprendiendo constantemente.
Si
entendemos que tener capacidad de previsión entrenada (no solo informada), es
tanto o más efectivo que un equipo de rescate ultramoderno, tenemos una ventaja.
Los métodos preventivos adquieren mas importancia cuando no tenemos medios ni infraestructura, o el equipo y material necesarios para un rápido rescate, o cuando el aislamiento no permite evacuaciones eficaces.
Por esto
entenderemos también la importancia de divulgar y publicar este tipo de
información, posibilitando al conjunto en general de gente que se mueve en la
montaña en invierno o primavera, a prepararse y ser selectiva en sus andanzas por la nieve.
La idea sería: entrenarse para aprender a percibir y “olfatear” los problemas como mejor método de rescatarnos.
No se
trata de dejar de ir a la montaña, por conocer esto que nos genera inquietud, sino de usar los conocimientos como herramientas para identificar los riesgos, y luego de analizar las situaciones, tener conductas que nos permitan elegir rutas protegidas, y poder
minimizar dicho riesgo.
Para lograr esto, obviamente, hay que respetar ciertas pautas, creando hábitos frente a todos estos interrogantes.
Para lograr esto, obviamente, hay que respetar ciertas pautas, creando hábitos frente a todos estos interrogantes.
Un viejo maestro alguna vez me dijo que el conocimiento técnico y teórico de la montaña no alcanza si no se apoya en
cierta filosofía. Estimar o subestimar un riesgo dependerá mucho de cómo nos
paremos frente a la montaña y de que manera la consideremos, sin sobreestimar
nuestras capacidades.
- Responsabilidad
y autonomía
- Duda
metódica y sentido critico
- Humildad
y modestia
Son tres principios básicos para generar buenos hábitos;
Cuando estamos en terreno de avalancha, sin supervisión o control del riesgo (fuera de pistas, backcountry, etc.) tenemos que saber elegir rutas de baja exposición y utilizar técnicas de
desplazamientos que aumenten nuestra seguridad, replanteándonos las conductas en diferentes
situaciones.
Generalmente la duda sera el disparador que hará fluir estrategias y soluciones,
siempre y cuando no sea una constante que nos paralice.
Utilizar
nuestro sentido crítico, cultivando el sentido de observación y reflexión, sin perder la humildad frente a la montaña, puede ahorrarnos muchos problemas.
La
recopilación y administración de esta info, y las clases de apoyo que las complementan en el terreno, proponen líneas de reflexión con respecto al manejo del riesgo y la prevención
de las avalanchas, aportando información útil a aficionados y profesionales de
la montaña. Su simple lectura no capacita para una evaluación completa de los
riesgos derivados de la nieve. La experiencia en montaña no se aprende en los libros.
Volviendo
a la idea principal de esta propuesta sobre la administración o gestión del riesgo en
montaña invernal, remarcaremos que hay que ser concientes que durante la
permanencia y realización de actividades en la naturaleza, siempre existe un
riesgo residual no previsible.
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